Los Druidas pensaban que la Luz de la Luna Llena, al iluminar los rincones más remotos en el corazón de los bosques, abría las puertas secretas que separan los dos mundos y que, a través de ella, en las cercanías de las fuentes o de los ríos, los pequeños genios del Aire, las hadas, podían visitar el mundo de los humanos para convivir con ello y ayudarles.
Las hadas tienen la facultad de poner calma, paz y armonía en las personas y en los lugares por donde transitan. Podemos convocarlas y pedirles que cuiden de nuestros hogares y de nuestra gente en todo momento, pero especialmente en las noche de Luna Llena.
Este sábado, la última Luna Llena del verano tendrá más fuerza de lo habitual por su posición en el zodiaco: en el signo de Piscis, el más sensible de
Este día y los siete de esta lunación son para pedir para nuestros hogares armonía y paz. Y entre todos los miembros de la familia, amor y entendimiento.
Con solo prender una vela blanca o plateada en la noche del sábado al domingo es suficiente para que las hadas de la luna llena y la diosa de la noche, Ariadna atiendan a lo que quieras pedirles.
Ese simple gesto: encender esa vela, símbolo de la Luna, y de su diosa, en algún rincón de nuestra casa y para atraer con ella a las entidades del Aire encargadas de armonizar y llenar de paz nuestro espacio, a nuestra gente y nuestras relaciones.
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