En domingo dia 22 de este mes de Agosto se inicia la tan esperada Luna Azul y aunque, como todas las lunaciones, durará siete días, los más importantes para cualquier ritual son el miercoles, el domingo y el lunes.
En una de estas noches de Luna Azul, si es posible, sal al exterior para estar en contacto intimo con la naturaleza
Son noches de Tierra y Agua, bajo la Luna Llena
El lugar para recibir la influencia lunar de manera más directa es cualquier espacio cerca de agua, playa, río, o fuente, donde puedas limpiar primero tu cuerpo en el agua y sentir después la tierra en tus manos, en tus pies y en todas las partes del cuerpo que te atrevas a desnudar
El primer paso de esta ceremonia es mojar tu piel con el agua. Si puedes nadar en ella o sumergirte es magnífico, pero basta con simbolizar a ese Elemento en todo tu cuerpo en los puntos de energía básicos: Frente, garganta, pecho, muñecas, ombligo y pies.
Luego, entra en contacto con la tierra: Arrodíllate, tiéndete en ella para absorber toda su fuerza bajo la atenta mirada de la diosa de las mareas. Y así, en contacto con la Tierra debes encomendarte a Ariadna, la diosa de la Luna, con palabras muy sencillas como:
“Estoy aquí, mi Diosa, en esta, tu noche, para ser una parte más del agua de tus mareas y un puñado más de la tierra que se renueva y vivifica bajo tu influjo poderoso”.
Si no puedes salir al exterior, volvemos a los símbolos. Usa tu cuarto de baño. La Luna Azul está por todos lados y no hay paredes, ni techos, ni murallas que la detengan. Prende una vela blanca como representación de la Diosa Ariadna y ten a mano en un platillo sales de baño de color azul, para simbolizar la tierra bajo la energía de la luna
Pronuncia las mismas palabras de convocatoria a la diosa de la Luna, como lo harías si estuvieras fuera.
Deja que el agua de la ducha se deslice sobre tu cuerpo mientras cierras los ojos y visualizas un lago luminoso, una luz que te envuelve y que se mezcla con el agua.
Siente que estas limpia por fuera y por dentro
Luego toma en tus manos un puñado de la sal y vuelve a visualizarte en un espacio, en un bosque o en un jardín y nota cómo en tus manos esa sal es fuerza, es energía que te recorre y te inunda.
Acerca la sal a tu pecho y deja que el agua se mezcle con la sal y la disuelva sobre ti.
Cuando termines esa ceremonia, no hagas nada durante un buen rato.
Recuéstate en algún lugar cerca de una ventana y habla con la Luna.
Hazlo como lo haces con una amiga que te entiende y que siempre estará de tu parte.
Si tienes pareja, puedes hacer este ritual con él o con ella, y el rato de descanso y de charla con la Luna puede ser más breve porque no hay nada que a la Diosa Ariadna le guste más que iluminar la escena donde dos personas se aman.