YA CASI PRIMAVERA.

En un par de semanas entraremos oficialmente en una de mis estaciones favoritas.

Creo que ya te conté alguna vez si pudiera elegir, en mi mundo, siempre seria otoño o primavera.

La primavera porque es la época en que la vida se reinventa, se reanuda y el otoño porque es el tiempo en la que mi bosque dibujado de ocres y amarillos apaga sus ecos, enmudece, descansa y espera…

Este año mas que nunca vamos a celebrar cada brote, cada flor que nace, cada rama que vuelve a cubrirse de hojas. Esta vez vamos a pedirle a Navia, la diosa que tiene en sus manos la fuerza para crear vida y con ella la esperanza, que nos ayude a recuperar, como una parte mas de la naturaleza que ella cuida y protege, la fe y la ilusión de un renacimiento, de una nueva era.

Vamos a despertar a las hadas como cada primavera, vamos a buscar entre los helechos húmedos de roció el escondite de los duendes. Vamos a revisar las orillas de nuestros riachuelos para hablar de amor, de paz y de futuro con las ondinas.

Ven conmigo… ¡!Vamos!!

(La maravillosa Navia es una pintura de Alexander Averin)

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Algunos aromas influyen de manera importante sobre nuestro estado de ánimo. Desatan en nuestra mente los resortes de recuerdos, situaciones vivencias, ya sean positivos o negativos. Es un hecho que el olfato es el sentido que con más fuerza despierta las evocaciones haciéndonos revivir lugares, personas, emociones…

Pero dejando a un lado ese valor del perfume, hay esencias de flores y plantas que mezclados con cierta precisión se armonizan ayudan a estimular nuestro estado de ánimo y manipulan, en el buen sentido, nuestro talante.

Podemos utilizar la magia de los aroma en los inciensos, en las velas aromáticas, en las sales y en multitud de productos que hay en el mercado, pero no cabe duda que las esencias bien combinadas entre sí y quemadas en un quemador del que incluso podemos elegir la forma que nos mas nos sugiera, es fantástico.

Siempre hay una esencia que es la principal y es la que hay que poner en el quemador en la misma cantidad que la que ponemos de agua. Las otras esencias son complementarias y añadiendo unas gotas se consiguen efectos magníficos.

Estas son combinaciones muy ensayadas durante años por mi equipo y nos parecen pefectas:

• Aromas relajantes: Albahaca, Lavanda y Rosa.
• Aromas estimulantes: Romero, Orquídea y Menta.
• Aromas para estudios y creatividad: Violeta, Sándalo y Jazmín.
• Aromas afrodisíacos: Opio, Cedro y Canela.

Cuando esos aromas te alcancen, imagina…

Elabora una imagen que puedas asociar a lo que esos perfumes tienen que aportarte…

HABLALE A LA LLUVIA.

Esta mañana el aire trae una mezcla de aromas antiguos.

Un rumor de palabras susurradas que el viento repite como una letanía en cada una de las gotas que, dulcemente desordenadas, llenan de estrellas luminosas el cristal donde se desdibujan las formas de mi pequeño bosque.

La lluvia es parte del mundo de Deva, la diosa Celta del Amor.

Háblale a la lluvia.
Pon tu mano sobre el cristal y háblale a la lluvia.

Cuéntale tus deseos, tus inquietudes, tus penas o tus esperanzas.

Una vela verde, prendida cerca de la ventana mientras la lluvia inventa senderos misteriosos en ella, es un puente perfecto para llegar a la deidad que gobierna el mundo de las emociones.

No hace falta nada más.
Solo que tu mente y tu corazón aúnen sus deseos y sus intenciones para que la diosa sepa, sin ninguna duda, lo que necesitas de ella.

Si un viernes, día de la diosa de los sentimientos a tu ventana, se arrima un aguacero, piensa que es algo más que un conjunto de gotas enlazadas. La lluvia, es presagio y anuncio de emociones y aventuras nuevas en las que el amor y la amistad -lo sé, estoy segura- van a ser la razón y el motivo perfectos para ser feliz.