El dia 20 de marzo a las 17,15 se inicia, oficialmente, el equinoccio de primavera.
La fiesta de Ostara, como llamaban a esta estación del año los antiguos celtas, esta íntimamente unida al del símbolo del laberinto.
Después de los duros días del invierno, del frio y las tempestades, el laberinto significa salida, apertura de nuevos caminos, cambios y renacimiento.
Los Druidas dibujaban en la tierra geometrías mágicas, sobre todo las espirales y las delimitaban con conchas, plantas y frutos.
Podemos aprovechar esta fiesta para cambiar las cosas negativas de nuestra vida, creando un laberinto que debemos mantener en nuestros hogares durante los primeros días del equinoccio.
Con él, vamos a convocar a los Dioses, sobre todo a la diosa que gobierna esta estación, la Diosa Navia, la Diosa Celta de la prosperidad y la abundancia.
Es muy sencillo crear un laberinto tal y como los celtas lo hacían.
Necesitas:
Una bandeja.
Sal verde que represente la naturaleza (En cualquier establecimiento de productos de baño la tienes).
Hojas recientes de las que acaban de nacer, las mejores son las de los frutales.
Nueve lamparillas de color verde y tres o cuatro rojas para colocar en el laberinto.
Runas que tú mismo puedes hacer con cantos rodados y tinta (Esto no es imprescindible).
Incienso en varillas de aromas florales.
Y conchas de distintos estilos.
Se coloca la sal sobre la bandeja, con el índice de la mano derecha se marca en ella la forma de la espiral.
Librando el centro has de ir colocando las hojas, las conchas y las velas como tu intuición te dicte.
Finalmente prende las lamparillas y las varillas de incienso y cuando el humo comience a ascender debes decir el conjuro de la diosa navia.
“Mi Diosa, tras los fríos vientos y los temporales del invierno, tu aliento poderoso renueva la vida a cada paso. Reverdecen los pastos, brotan las flores, despierta la vida. Mágica Diosa del renacer, bajo la caricia de tu mano, los elementos todos se despiertan de un largo sopor.
Somos parte del milagro y nos ponemos bajo tu amparo para que hagas renacer en nuestro interior, la energía que trae a la naturaleza la estación de la renovación de la vida”.
Deja todo encendido más o menos un minuto, luego lo apagas y colocas la bandeja en un rincón de la casa.
Tres días después, en este caso el viernes, último día de esta celebración, se prenden las velas y se dejan quemar por completo, se recogen las conchas y las runas en un pequeño recipiente abierto y se dejan en algún lugar para que siga propiciando la suerte.
Luego en un jarro con agua se echa la sal y cuando este disuelta se tira de manera natural por agua corriente.
No es nada complicado y este pequeño ritual puede cambiar tu suerte.