El 14 de febrero es el día de los enamorados
Hay quien reniega de ese día alegando que es una fiesta inventada, sin leyenda, ni historia.
Está, no sé muy bien porque, bajo el amparo de un santo católico San Valentín y se empuja a las personas sensibles a celebrar el amor con flores, regalos y exteriorización de sentimientos.
A mi me encanta.
Me encanta que me regalen flores, palabras, versos, promesas y propósitos de enmienda.
Me gusta ese día.
Pero haciendo un cambio. Cambio a San Valentín por mi Deva, la Diosa Celta del amor.
Todos los años celebro con el resto del mundo la fiesta de los enamorados, pero a mi manera.
Preparo en un rincón de mi ático un pequeño altarcito con velas verdes. `
Un cáliz o una copa de cristal con agua de mar, o salina.
Incienso de mora.
Cantos rodados de sus orillas y flores de temporada.
Como me gusta charlar, le voy contando a mi diosa los asuntos que tenemos a medias, le encomiendo personas, situaciones…
Le cuento las historias en las que me gustaria que interviniera, despacio con mucha calma y a mi manera…
Y debe hacerle gracia, porque la siento – a ella, a mi Diosa- siempre muy cerquita de mi, escuchandome.
Si tu quieres, en este dia en el que el mundo entero celebra el amor, unirte a la fiesta, puedes hacerlo desde nuestras creencias celtas.
Ya sabes los ingredientes.
Este altar es para todos aquellos que creen en el amor y aún se atreven a apostar por el.
Me encanto. Gracias.
Gracias a ti Adela por comentar.