El origen del nácar está lleno de simbolismos.
Se crea como elemento de protección cuando el molusco se siente atacado dentro de su concha por algún elemento extraño, fabrica esa sustancia que recubre el interior de su caparazón de una membrana muy sólida lo vuelve más fuerte, más sólido, menos vulnerable.
Está considerado, por lo tanto, una piedra de protección sobre todo para aquellos que están pasando momentos de fragilidad, después de alguna situación difícil, en especial los niños y las personas sensibles.
Se dice que atrae la prosperidad y en muchas culturas se le adjudica valores místicos, y la utiliza para estimular la memoria, la intuición.
El nácar es uno de los elementos mas apreciados por la Diosa de la Luna Ariadna y esta versión reúne las condiciones esenciales para salvar a los niños del daño de los enemigos, tanto visibles como invisibles.
Esta elaborado con la forma del círculo y con un hueco en su centro que canaliza lo negativo y lo expulsa inmediatamente. Es como un limpiador permanente del que no tienes que preocuparte. Lo cuelgas en la cabecera de la cama y seguirá protegiéndolo sin perder fuerza. Está preparado en nuestro altar bajo la invocación de Ariadna y en un Lunes que es su día.
El mar, donde se origina, es parte de su esencia por eso, además de la protección es un aliado para atraer el amor y para cumplir sueños.
El nácar a mí, personalmente, me ayuda mucho a concentrarme y a imaginar, cosa importante para mí trabajo
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