En Galicia, en medio de los bosques existen lugares donde las piedras hablan. Lugares en los que la Naturaleza desnuda y perfecta decide por si misma que hacer con sus espacios, sus formas, sus sonidos…
Hay rincones en mi tierra, donde el tiempo carece de medida. Las estaciones se definen por la intensidad de las lluvias, por el color de las hojas, o por el caudal del agua y los momentos del día, las madrugadas o los atardeceres, se ponen al descubierto únicamente por el ángulo de la luz sobre las mariposas.
Ahí, cuando en medio del musgo y la hojarasca, encuentras algún vestigio de los orígenes, un rastro que te lleva de regreso a lo que es tú historia más lejana -como las ruedas de amolar de los viejos molinos, que desde siempre han sido los altares perfectos de las meigas- ese lugar ha de ser consagrado, convocando a los Elementales para que nos permitan utilizarlo como un lugar de culto.
Y eso hicimos hace ya algunos años con uno de esos espacios donde es imposible dejar de creer en las hadas, en los duendes y en los espíritus todos del bosque…
Desde entonces ese rincón de las Fragas de o Eume, es un lugar de culto. El templo celta de la diosa que nos protege: Epona
Puedes pasar por mi tienda en Pi y Margall, 72 en Vigo para charlar un rato.
Pero si estas fuera de estas tierras celtas del norte, mi tienda virtual puede ayudarte.
Me podrían dar alguna información de algún ritual que se realice en la Luna llena de las flores que es el 5 de mayo a las 19:34 horas.
Muchas gracias
Roser lo pondremos unos días antes en este blog.