
MI AMANECER CON AINE Y DEVA
Te conté muchas veces que la lluvia es el territorio de Deva y que ese rododendro que está al otro lado de la ventana, con sus preciosas flores violeta, es el árbol de Aine.
Hoy, las dos se acercaron a ese cristal para darme, estoy segura, una señal, para aclararme alguna duda, para decirme como abordar algo que me ronda desde hace algunos días.
Y te lo voy a contar con pocas palabras.
Creo que lo escribí por algún sitio, mi esfuerzo diario está dedicado casi exclusivamente a recuperar nuestras raíces, a seguir el rastro que los celtas dejaron en nuestra tierra, a instaurar las viejas costumbres, los ritos, las ceremonias con las que nuestros ancestros celebraban las fiestas, los solsticios, los equinoccios…
Respeto todas las religiones, todos los credos y todas las filosofías y se convivir con ellas, pero yo tengo la mía y no quiero otro nombre para mis diosas, ni otras enseñanzas que las que mis antepasados dejaron por todos los rincones de nuestra geografía, a menudo impresos en las piedras que se han convertido, como mi molino, en lugares de culto.
Quiero seguir fabricando las pócimas tal y como mi abuela lo hacía. Prender las velas que corresponda a cada deidad, en su día, sin que nadie me cambie el color.
Usar las hierbas y los aromas de las flores como marca mi tradición, respetando que las demás religiones las utilicen de forma diferente, sin criticar y por supuesto, sin que nadie trate de imponerme otras fórmulas, ni otros conceptos, que no son los que me enseñaron desde que era muy pequeña.
Y quiero -sobre todo, quiero- seguir siendo, para siempre, aquella niña a la que su abuela, entre abrazos y sonrisas, enseñó todo lo que ella sabía y a la que inculcó un principio fundamental: no puedes ser una buena meiga, si no eres una buena persona.
Hoy, mi mañana empezó así, con Aine y Deva arrimadas a mi ventana.
Que ellas y todas las deidades a las que adoro, os cuiden y os concedan la protección, la suerte, la salud, el amor, la armonía, el éxito y la prosperidad. Todos y cada uno de sus dones.
Que así sea. Que así sea. Que así sea.
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Precioso, siempre con tigo❤️
Que viva nuestras raíces y que jamás nis abandonen
Nos ha costado mucho el poder hablar de nuestra raíces, No volveremos a callarnos nunca.
maravilloso! gracias♥
Muchas gracias, Lucia