
Un aquelarre es algo más que una reunión de brujas. Las brujas que ejercemos en los diferentes lugares de Galicia y tenemos cierta cercanía nos reunimos en momento muy puntuales sobre todo cuando hay un tema universal en el que queremos colaborar aportando nuestra energía. En los solsticios y los equinoccios para recibir juntos las estaciones y cuando una de nosotras necesita la fuerza de las demás. Y aunque en esas reuniones somos más, cinco, o siete, oficiamos y las demás, nos rodean formando círculos de protección y ayuda.
Cuando el tema no es excesivamente complicado. son cinco personas que ofician, Cuatro son las encargadas de gobernando un elementos y la quinta en el centro canaliza la energía que se recibe de los elementales y de los dioses convocados.
En temas mas complejos, los oficiantes suelen ser siete y cada uno representa a una de las diosas, se encarga de convocarlas y de atraer su atención hacia lo que se trata de conseguir.
Es un momento especial. El mundo se reduce a ese círculo de poder y sientes que eres parte de un universo y que ese universo está en ti, en cada uno de tus movimientos, en tus palabras y en tu pensamiento.
A mí me parece un acto de generosidad, amor, fe y convicción. Y me encanta participar, sobre todo si me toca en el reparto convocar al Fuego…Aun casi nunca es así, por una serie de factores me toca casi siempre estar en el centro.
En un aquelarre como el nuestro se unen muchas mentes bondadosas. Muchas personas que tienen lo mejor que hay que tener, intención de ayudar y cariño hacia su prójimo.
(La ilustración: uno de nuestros últimos aquelarres, antes de que por prudencia los hayamos pasado al terreno virtual. No es lo mismo, pero que le vamos a hacer.)