En la vieja religión se cree que las energías que se envían hacia alguien por medio del pensamiento o de alguna otra técnica, sean positivas o negativas, no se pierden nunca. Si no alcanzan el objetivo. Sobre todo las energías negativas que vuelven al punto de donde fueron enviadas. Y vuelven con más fuerza. Se dice que multiplicadas siete veces por siete…

 Eso se conoce como efecto o movimiento boomerang.

(Ilustracion MelyannaM)

Es bastante habitual que personas con sentimientos de odio, celos o envidia que continuamente están enviando negatividad a sus semejantes, empiecen a encontrase mal y a tener los síntomas de los desastres que deseaba para otros. Si su enemigo, o el objetivo de sus malos pensamientos, o de sus técnicas de magia oscura esta muy protegido, eso es un síntoma.

(Ilustracion Crystal Ball)

 

 

Siempre le digo a la gente en mis clases que no hace falta atacar, que los círculos de luz que nos rodean creados por el amor de nuestra gente y los rituales de protección son la defensa mas importante y que no hace falta ir contra el enemigo, aun sabiendo quien es, que el enemigo se destruye a si mismo si la barrera que nos rodea esta alta y fuerte.

 Pero además de los ritos y recetas mágicas que puedes hacer para protegerte hay una importantísima que has de practicar a diario:

(Ilustracion Jena DellaGrottallia-Maldonado

 

Piensa en positivo. Envía energía positiva a diestro y siniestro, a tus amigos, a tus enemigos, a la vecina roñosa, al guardia que te paro en la autopista, el jodido de turno, a la tonta que te obligo a salir del ascensor

Y el que se coló en la fila del súper…

(Ilustración Kadri Umbleja)

Esa energía positiva es como si enviaras a tu hada con un mensaje que, además de a cada persona a la que va dirigido llega directo al universo entero y el –el universo que es muy sabio- hará que regrese a ti multiplicada, como se dice en la vieja religion, por siete veces siete.

Así que hay que ser práctico. No os pido que seáis buenos -que si debéis serlo- os sugiero que seáis prácticos.

Ser negativos, envidiosos, celosos y rencorosos (todos esos “osos”) es ser muy poco inteligente y desde luego, nada practico.

Piensa que recibes lo que das, que todo lo que pienses o hagas tienen un eco en el universo…

Se un duende bueno, o un hada prodigiosa…

(Ilustracion Catherin Alexandre)