ALTAR CELTA DE PROTECCIÓN
En todas las salas de ritos, en la magia celta, hay un rincón dedicado específicamente a la función de proteger y cuidar de las personas que lo necesitan por algún motivo especial, sea por enfermedad, actividades, viajes, exámenes o pruebas.
En este caso es un niño al que se esta protegiendo rodeada su fotografía con las velas ritualizadas y los cuatro elementos. La pequeña hoguera que representa el fuego, el cáliz con el agua, el recipiente con sal que simboliza la tierra y el quemador con un carboncillo en el que se deposita un poco de incienso, en representación del aire.
El cuchillo dorado colocado encima de la fotografía es para parar, para detener lo malo que esta atacando a esa persona.
Este ritual se puede hacer en casa de manera sencilla. Basta con rodear la fotografía con los elementales: Un baso con agua, un plato con sal, un vela blanca en lugar del fuego y una varilla de incienso en vez del carboncillo.
La palabras del conjuro que se deben pronunciar después de encender la vela y la varilla de incienso son:
«Que las fuerzas todas de la naturaleza cuiden y protejan a esta criatura, la libren de todo mal y aparte de ella a todos los enemigos tanto visibles como invisible»
Se deja un rato la vela encendida y se apaga cuando la varilla se haya consumido del todo. Esto se hace varios dias, dependiendo de lo que se necesite y no se debe levantar el altar hasta que se decida terminar el ritual.