ASÍ CELEBRAMOS LA FIESTA CELTA DE OSTARA, EL INICIO DE LA PRIMAVERA
Así celebramos en la Magia Celta la entrada de la nueva estación. La estación del renacimiento.
En torno al circulo en el que, Rosa Maria, nuestra meiga, canaliza toda la energía de ese momento.
Ese cÍrculo mantiene, a la persona que oficia la ceremonia, a salvo. Alejando y dispersando a las entidades negativas que intentan siempre entorpecer el trabajo de las brujas, o de las meigas, que así es como les llamamos en nuestra tierra
El primer movimiento, dentro del circulo, es recorrerlo caminando en el sentido inverso de las agujas del reloj, pariendo de este y regresando a ese mismo punto.
La meiga hace ese pequeño paseo llevando en las manos dos antorchas una azul, del color de la Diosa Navia y otra blanca de Ariadna, la Diosa Celta de la Luna, ya que este equinoccio coincide con una esplendida Luna llena y pronunciando las palabras con las que se sella ese espacio, para convertirlo en un lugar sagrado.
El paso siguiente es convocar a los Elementales, a los genios que residen en las cuatro Atalayas.
Esa convocatoria puede hacerse de muchas maneras pero, siendo esta la fiesta de Navia, de la Diosa de la abundancia y la prosperidad, la llamada en cada punto cardinal a las Fuerzas de la Naturaleza, se hace cruzando las antorchas de las Diosas y pronunciando los conjuros de evocación los silfos, los gnomos, las ondinas y las salamandras…
De todos los instrumentos que se utilizan en los rituales de Magia Celta, el caldero es el centro de la celebración de este Equinoccio, en él se colocan las flores, las hierbas, las ramas de los árboles preferidos de la Diosa, rociadas con sus esencias favoritas. Entre esas ramas y esas hojas hemos depositado todos nosotros nuestras peticiones escritas en pergamino para que la Diosa las tenga en cuenta.
Uno de los momentos mas emocionantes de este ritual es cuando la meiga enciende el Fuego en el caldero, porque el fuego en esta ceremonia, es ofrenda. Se prende con la antorcha azul de Navia y mientras las llamas van tomando altura, ella pronuncia las palabras secretas con las que desde hace siglos se convoca a la Diosa del Equinoccio de primavera
Con la espada señalando al fuego, Rosa Maria, nuestra meiga, solicita de Navia que, así como la Naturaleza renace bajo su influencia poderosa, a través de ella y por su intervención, podamos renovar todo aquello que no esta en armonía. Pedimos prosperidad para nuestros trabajos, suerte para los avatares de nuestra vida, amor, protección y fortuna.
Con la punta de la espada dirigida hacia arriba, empuñada con la mano derecha, se pide la protección de los Dioses, su ayuda y el consentimiento para continuar el camino que nos proponemos.
Terminada la ceremonia se deja durante unas horas el circulo encendido y el caldero con las hiervas y los troncos ardiendo. Todos nos quedamos allí disfrutando del momento, compartiendo sensaciones y vivencias.
Así ha sido nuestra noche de Ostara. Y queríamos, porque Rosa Maria nos lo ha permitido, compartir con todos vosotros que la seguís incondicionalmente en estas paginas, el ritual del Equinoccio que a todos los que lo vivimos con ella, nos emociona.
FELIZ PRIMAVERA OS DESEAMOS LOS MIEMBROS DE ESTE EQUIPO