Quiero hablarte de un símbolo muy especial de mi cultura. Lo habrás visto, sin duda, en muchos de mis textos, en los amuletos que a menudo pasan por estas páginas, pero igual no sabes lo que significa.

Este es el amuleto celta de la suerte, la protección y el amor: el nudo que nunca se deshace, la unión eterna.

Cuando tiene forma cuadrada simboliza los elementos, el Fuego, la Tierra, el Aire y el Agua, y se considera una coraza muy poderosa contra la que se estrellan las energías de los enemigos porque los cuatro elementos que contiene cierran el paso a la maldad y atraen la suerte. Por eso muchas personas que deben tratar a diario con gente negativa, celosa o envidiosa, lo tienen como favorito.

Cuando el nudo eterno se dibuja en forma triangular representa el ciclo de la vida y el eterno retorno. Se dice que actúa sobre todo en la salud y da fuerza y energía a quien lo tiene.

Este símbolo celta se utiliza habitualmente para enmarcar los escritos, los conjuros y los sortilegios, y de esta manera se potencia su valor.

En las bodas celtas simboliza la comunión de las almas de los enamorados más allá del tiempo y del espacio. Los novios intercambian alianzas con ese anagrama en señal de su amor, con el deseo de que su relación sobreviva a todos los avatares y dure para siempre. La tradición dice que el nudo perenne evita que el amor sufra los desgastes del tiempo. Representa el complemento, el apoyo y la fusión con la pareja.

Definitivamente, quien lo lleve encima quedara protegido contra todos los males, visibles e invisibles. Verá como la suerte gira a su favor y mantendrá siempre amor y amistad en su vida.

Eso cuenta su leyenda…

Pero lo que sí puedo asegurarte es que es uno de los símbolos más bellos de nuestra cultura celta.

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