Cuando te sientas cansado, triste y con esa especie de apatía que nos invade en algunos momentos, este sencillo gesto te devolverá la fuerza.
Es una manera de recuperar tu propia energía. Una forma de renovar los circuitos del magnetismo que parte de mi misma.
Une las manos, a la altura de tu frente, pero deja entre ellas una pequeña distancia, unos milímetros.