La luna creciente es la que lleva en su estela la esencia del amor, la suerte y el crecimiento personal.
El punto medio de esta lunación, el cuarto día desde el inicio, coincide esta vez en lunes, día de la diosa Ariadna y todo lo que hagas en esa fecha multiplicará su efecto
Una vela blanca, encendida pasada la media noche del domingo al lunes, en honor a Ariadna, es como un timón en el aire que lleva tu pensamiento a donde daba ir.
Antes de encenderla tómala con las dos manos.
Acércala al medio de tu pecho, di el nombre de la persona a la que quieras hacerle llegar tu mensaje y en pocas palabras cuéntale a la diosa lo que quieres hacerle saber a esa persona.
Si lo haces con fe, el mensaje le llegará.
Puedes enviar mensajes de amor a mucha gente, a un hijo, a un amigo, a tu pareja, a cualquier persona con la que de otra manera te resulte difícil conectar.
Prende la vela y cuando la llama esté alta, imagina.
Además de las palabras es importante darle a la diosa un sueño dibujado en tu pensamiento, una secuencia fabricada en tu mente, para que ella la haga realidad.
Desde un recuerdo que refleje un momento que quieres que vuelva a repetirse, a una imagen nueva, creada para que algo que aún no fue, llegue a ser.
Recuerda, media noche: el final de un domingo y primera hora del lunes de Luna Creciente es un momento mágico.
Enciende esa vela, imagina, habla con la diosa de la luna y confía…
(La pintura es de un artista muy especial. Arthur Braginskin)